GENTE QUE NOS REFUTA
Hay algunas personas que han pensado que nuestra sensibilidad, nuestro gusto personal, estaba equivocado.
Nosotros les decimos que los disculpamos, no les guardamos rencor. Por el contrario, los invitamos a pasar, a hacerse amigos.
C.#60
"que pelotudez eso del Pri …
es como ir a ver Opera y salir comentando si estabas justo sentado debajo de la araña con luces del techo….. a quien le importa eso???"

miércoles, 16 de marzo de 2011

Charla con Ramiro

Ramiro tiene 35 años, es correntino, vive solo. Un día me contó que desde que recuerda, la madre sacaba una vez por año de adentro de una lata de galletas el nombre de alguno de los 8 hermanos, a modo de sorteo. Era el nombre del próximo hijo de una familia pobrísima que iba a viajar a Buenos Aires en busca de un futuro mejor; Ramiro salió sorteado el año 92, y con 16 años se vino para estos lados desde Anguas, un pueblito en las afueras de Saladas, Corrientes.
Y no le creí porque parecía la historia de un cuento de realismo mágico de García Márquez, pero después preguntando a otra gente, me dijeron que sí, que en el litoral es común eso en algunas casas del interior. Lo hacen para todo desde que son chicos y es costumbre; para cruzar con la lancha, la canoa, y también para arreglar los techos.
Fue albañil, plomero y ayudante en un puesto del mercado central. Después hizo un curso de cerrajería y puso una en el 2002 con uno de los hermanos que salió sorteado después y que también vino también para acá. Hasta el 2006 les fue bien, se casó, tuvo una nena. Después se separó. Cerró la cerrajería en Lanús. Hizo changas. No vió más a la hija, se vino a La Plata a trabajar nuevamente en la construcción y quedó como sereno de noche. Cuando terminaron el edificio pasó a ser el portero. Pero es en otro edificio que queda en la otra punta de la ciudad de donde vive mi novia.
Trabajaba allá, pero se peleó con un vecino jodidísimo que encima es el presidente del consorcio y sólo lo dejan vivir en una piecita al lado de las cocheras subterráneas, de la cual paga una especie de alquiler y no lo pueden sacar, un poco porque el resto del consorcio lo quiere y otro poco por un amparo judicial.
Ramiro trabaja de Lunes a Sábado en el edificio de Paula. No falta nunca. Es el portero.
El Martes 9 de Marzo, (nuevo feriado nacional por carnavales) sentado en la escalera de entrada, prendí el grabador del celular adentro del bolsillo, porque sabía que venía una conversación jugosa, de miles que me arrepiento no haber grabado. Está reconstruida y hay partes que no pude grabar bien porque pasaba algún auto y no se entendía un pomo.


Así empezó la charla:

-¿Viniste también hoy Ramiro? ¡Es feriado!

-Si che. Agarré el micro a la mañana y casi llegando me di cuenta. Ya está. ¿qué voy a hacer sino? Está
cerrado el hipódromo.


-Y andate al cine, al Bingo…

-Ni en pedo che. Por un tiempo no voy más ahí…

-¿Perdiste mucha plata?

-Sí. Y hay una vieja que me tira los galgos, está siempre. No le doy ni con el cinturón.

Bocina y casi choque en la esquina. No había casi nadie en la calle.

-Ehhhh loco. Se van a matar… El viernes se la pusieron una motito y una camioneta. El flaco estaba de los pelos, se la rayó toda. Lo quería trompear y salió en la motito el otro con todo. Estan locos…
 
En 9 y 45, para el que es de La Plata, sabrá que hay muchos choques. Para el que no, le cuento que es una esquina sin semáforo entre otras dos que lo tienen, donde todo el mundo se apura para no quedar enganchado. Se la ponen todo el tiempo.

-¿Che y vos no vas ningún lado? me dice.

-No… salimos ayer, fuimos a Monte, a la laguna. Hoy tranqui. A parte está por llover.

Le digo, remarcando lo de llover porque está baldeando la vereda. En la vereda se puede operar a alguien, que no se va infectar. Esta siempre limpia y mojada.

-Vos te reís nene. Pero es una costumbre. Yo vivo de la mirada de los vecinos. Si está la vereda limpia, es otra cosa.

-Pero, Ramiro, vos te pasás de rosca con el agua.

-Es una costumbre, ya te dije.
 
Me hablaba de espaldas, y dando sentencia. Comprendí, como ya lo había hecho un par de veces anteriormente, que al chabón no lo podés contrariar mucho. Imagino que criado en un pueblo caluroso y con calle de tierra, lo de mojar la vereda le parece algo normal y saludable.

-¿Ramiro, vos como hincha de Boca, qué opinás de Riquelme?

-Ya fue Riquelme. Le agradezco todo lo que hizo, pero que se jubile. Le está haciendo mal al equipo.

-Y si… Verón hay uno solo.(cuando le digo eso de pone loco)

-Ya se va a retirar también, le queda poco a ese inglés. Aprovechá porque les va a costar mucho después.

-Seguramente…(se pone loco)

- ¿A Corrientes, no volvés?

-El año que viene…estoy juntando. Fui tío abuelo.

-¿De nuevo?

-Sí. Ya van 7.

-Che ¿y el primito ese que andaba por tu casa se volvió?

-Sí mirá, ni me hablés, el pendejo ese…la última vez estaba en Avellaneda, en la casa de otro primo. Pero ese pibe no va a terminar bien si no se pone las pilas. Debe mucha guita.

-¿Mucha?

-Como 14 mil pesos.

-¿Póker?

-No, truco paraguayo. Cuando vino a estudiar acá se la pasaba boludeando y a la noche desaparecía. A mí me debe 2 lucas pero ya está, sé que no las cobro más. Pero le debe a la liga. Y ahí no se jode. Ya lo van a encontrar y ahí, vas a ver, ahí me va a sonar el teléfono por algún quilombo. Yo estoy esperando nomás, ya le dije a mi hermana que le diga que se ponga las pilas porque lo van a encontrar.

¿Y tu nena?

-Hablé ayer, tiene 3 ya. Mirá la foto.
 
En la billetera tiene una tira como esos almanaques plegables con 15 fotos de la nena y ya vi como fue creciendo desde que nació. Reconozco que es alucinante, porque hoy en día a los nenes les sacan demasiadas fotos y ya no sabés cual es cual. En la tira de Ramiro en cambio vos vas viendo como le fue creciendo el pelo, como le fueron cambiando los rasgos, y pareciera como si no hicieran falta más fotos que esas. Haciendo un ejercicio literario podés imaginar qué le pasó entre foto y foto y ya tenés la historia de la nena.

-Va al jardín. La extraño mucho. Me hiciste acordar que tengo que llamarla a la abogada. La madre todavía no me la deja ver.
 
-¿Pero mucho quilombo con la madre?
 
- Qué se yo, está loca… pero le dieron la tenencia. Y se la llevó a Posadas encima, me la hizo difícil la hija de puta.

-Bueno ya se va arreglar todo, vas ver.

-Ojalá che..

-Bueno me voy arriba para arriba. ¿Te quedás un rato más?

-No, hasta las dos y ya me voy. Paso por casa, me baño y voy para lo de Claudia que el marido se fue a pescar.
 
Claudia: amorío, amante, novia, futuro quilombo.

-¡Chau delirante!

-Chau nene.

6 comentarios:

  1. Todo un personaje el portero. Y lo del sorteo de hijos da para una novela.

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  2. Jajaja, genial! La verdad que los porteros dan con el perfil de gente que tiene mucho para contar.

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  3. Sí, y este en particular Miguel. Le tengo que sacar una foto asi ya que no tiene página al menos lo pueden conocer.
    Un saludo!

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