GENTE QUE NOS REFUTA
Hay algunas personas que han pensado que nuestra sensibilidad, nuestro gusto personal, estaba equivocado.
Nosotros les decimos que los disculpamos, no les guardamos rencor. Por el contrario, los invitamos a pasar, a hacerse amigos.
C.#60
"que pelotudez eso del Pri …
es como ir a ver Opera y salir comentando si estabas justo sentado debajo de la araña con luces del techo….. a quien le importa eso???"

martes, 26 de abril de 2011

Una venganza - (Nestor Ariel Palermo)

Era noche cerrada y Eusebio salio del rancho apurado, despeinado, asustado. La ginebra en la pulpería lo había atontado y allí, con el fusil en la mano, todavía no entendía qué lo había hecho salir de tan profundo sueño. Respiró profundo el aire helado de la llanura, miró el horizonte que empezaba a aclararse y recordó el sueño.
            Ana María lo miraba con sus enormes ojos azules algo entrecerrados por la modorra, que se asomaban apenas por encima del poncho puesto como manta. Sin decir palabra se levanto y echó leña a la salamandra, puso a calentar la pava y lo dejó ser. No hablaban mucho, él la había arrancado de la casa de sus padres cuando era apenas una adolescente y se la había llevado a caballo hacia el oeste. Hacía ya diez años de esto, pero podrían haber sido dos, o cien. En el camino habían quedado las negativas de su padre Don Rolando. Los hechos que se dieron después habían borroneado en el recuerdo el hambre y el frío que pasaron durante esos años, antes de que Eusebio se enrolara en el ejército. Esas penas parecían ya menores en la distancia, casi las habían olvidado.
            El piso se sentía frío bajo los pies descalzos, pero eso no amedrentaba el coraje del gaucho, que seguía mirando para todos lados con el dedo en el gatillo, como queriendo apretarlo para disparar vaya a saber contra qué. Una lágrima le cayó por el rostro y terminó hundiéndose en la espesa barba. En la boca, sentía todavía el sabor del alcohol, aquel que  se  le había hecho familiar en los últimos meses. El vaso cubría la pena que como hombre  negaba desenmascarar.
            El frío calaba sus huesos y ese dolor lo hacía sentirse vivo, así que esperó para volver a entrar cuando escuchó a su mujer poniendo la pava. La quería a su manera: rústica, salvaje. Cuando la vio por primera vez en la estancia mientras descansaba con la peonada se quedó mudo. Era apenas una niña, aunque eso no logró que dejara de mirarla con deseo; los meses pasaban y no había oportunidad de acercarse. Su padre el capataz, estricto y sagaz, la recelaba. Pero nada detenía el deseo que se le encendía en el pecho cada vez que a lo lejos, la veía ensillar la yegua de paseo.  Una tarde de Agosto, mientras todos estaban ocupados, juntó las pocas cosas que tenía, se subió a su caballo y salió al galope y tomó a María de la mano llevándosela con él. Nunca supo bien adonde, ni por qué, pero al anochecer estaban bastante lejos y la muchacha lo abrazaba. Quizá por el frío, quizá por el miedo, vaya uno a saber.
           
            Siempre habían elogiado sus mates. Desde que era una niña y su padre la sentaba en la falda mientras volvía del galpón donde daba órdenes a los peones -a esos salvajes que hacían el trabajo pesado sin protestar por una mensualidad que era una miseria- cuyo extraño olor se hacía sentir desde lejos y le repugnaba; a su madre le gustaban con cáscara de naranja, pero su padre los prefería amargos, igual que ahora Eusebio; casi sin mirarlo le ofreció uno, le puso la mano en el hombro y le dijo que estuviera tranquilo, como siempre lo hacía. Vio otra lágrima que brotaba de sus ojos y sintió compasión por aquel hombre tan duro que la había elegido a la fuerza como compañera. El hombre al que el destino le barajó una vida de lucha, para darle una más digna a ella, le había dado también un hijo.
           

            Guzmán era el más hostil de los peones de la estancia. Huraños, esquivos, sus ojos profundamente negros miraban desconfiados a todo el mundo, como estudiando a un enemigo. Nunca se quejaba de su suerte y laboraba de sol a sol, quizá por ser lo único que sabía hacer. Dicen algunos que de vez en cuando cambiaba alguna palabra con Don Rolando, siempre con la cabeza gacha y los ojos fijos en el piso.  Al menos los que recuerdan algo de la historia afirman que estaba enamorado de su hija, y que por eso aceptó la oferta cuando su capataz de hace unos años mandó a buscarlo. Por eso, y por el altercado que había tenido cuando otro de los peones, el joven que se había llevado cautiva a María, lo acusó de robar un cuchillo. Se dijeron muchas cosas de él, pero lo cierto es que a Guzmán se lo tragó la tierra y con él también se fueron sus motivos.
            Cierto es que matar a un crío no es cosa fácil, no lo es ni para el gaucho mas duro.

           
             Eusebio, salió del rancho apurado, despeinado, asustado. La ginebra en la pulpería lo había atontado pero no había evitado que en sueños, recordara el día que volvió de la ronda con su uniforme militar y encontró a su mujer con su hijo en brazos, lleno de sangre, y clavó los ojos fijamente en el cuchillo, ese cuchillo que le habían robado hacía diez años en la estancia.

miércoles, 20 de abril de 2011

Seguir buscando - (Nestor Ariel Palermo)


         El día que nací por quinta vez estaba nublado. Mamá lloró al verme, según cuentan, porque después de tres hijas mujeres había llegado el tan ansiado varón. El parto transcurrió sin mayores complicaciones y al otro día estábamos en casa, entre regalos, sábanas nuevas y gritos de mis hermanas.
         Sara era la mayor y la que más me cuidaba. Recuerdo sus manos suaves y la voz desafinada pero dulce con la que me cantaba canciones para que durmiera. Siempre me costó dormir. Hace un tiempo, antes de morir otra vez, un médico me recetó unas píldoras que lograban cierto efecto pero no llegaban a introducirme del todo en el mundo de Morfeo. Ideas entremezcladas venían a mi cabeza, recuerdos de las vidas que viví y de las personas que conocí. Se me ocurría que hubiera podido arreglar más cosas, evitar más conflictos. No me conformaba con lo hecho en los casi trescientos años que había vivido hasta ahora, con diferentes nombres, en diferentes lugares.
         Por lo general empezaba a darme cuenta de estar viviendo otra vez a los cuatro o cinco años, época de la que datan los primeros recuerdos de la infancia, como si en ese momento se encendiera alguna especie de grabador. Era en ese momento cuando me resultaba difícil entender las dimensiones de mi cuerpo, y manejar mis recuerdos. Generalmente mis padres lo interpretaban como un juego, aunque una vez, en Escocia, la rigidez de mi entonces padre Alberto lo motivó a llevarme a decenas de doctores, brujos y curanderos hasta que aprendí a dominarlo y todo quedó como una anécdota que mi madre solía contar en las cenas familiares. Aprendí también a manejar eso de ser el raro de la familia, ese de quién todos hablaban por lo bajo y del que se alejaban los primos más lejanos en las reuniones. La escuela tampoco fue fácil, salvo por la habilidad para aprender idiomas que me generaba el hecho de haberlos hablado con anterioridad y que siempre sorprendía a mis maestros.
         Creo que no expliqué el propósito de mis reencarnaciones. Y en realidad la explicación es bastante sencilla: necesitaba encontrarla.
         Creí haberlo hecho la primera vez, cuando caminaba por la plaza del centro de Praga camino a la Universidad. Ella hizo como si  no me hubiera visto, pero los ojos le brillaron un segundo y supe que la conexión había existido. La seguí hasta un café y me senté en la mesa de al lado. Como al descuido dejé caer un lápiz  bajo sus pies y cuando me lo alcanzó me sonrió como sabiendo que la había seguido. La charla se volvió cada vez más fluida y quedamos en vernos a los dos días en el mismo café a la misma hora.
         Ese día caminé rápido después de subirme el cuello del gaván. Me recordó aquella vez en México cuando me ocultaba de Ramón y Alfredo, mis cuñados que pretendían apuñalarme después de que su hermana les contara que la había dejado contándole una historia inverosímil que, claro está, le pareció la más vil de las excusas. Como decía, volví a encontrarme con Greta en aquel café de Praga (¿mencioné a caso que se llamaba Greta?). Hablamos de todo: el clima, la política, la guerra. Intenté confesarle mi secreto, y que ella lo confesara también. Necesitaba comprobar que ella fuera la otra persona en el mundo que pasaba por lo mismo que yo, pero fue en vano. Estuvimos juntos algunos meses, hasta que se aburrió de mis historias que en su mayoría le parecían inventadas. Además estar con alguien cuando se sabe que no es a quien se estaba buscando es casi como comer un sándwich antes de la cena: placentero pero temporario.
        

         Cuando cumplí diez años mis hermanas me regalaron un tren eléctrico. Circulaba sobre las vías sin parar, dando una vuelta detrás de otra. Me pareció gracioso que se pareciera tanto a mí. Ese día vinieron primos, amigos, vecinos. Mi casa estaba llena de gente y mamá corría de aquí para allá atendiendo a todos. Unos rizos rubios se acercaron a mí con un regalo en la mano para desearme feliz cumpleaños. Me llamó la atención la profunda sabiduría de su voz de niña. Algo me dijo que la había encontrado. Casi no le presté atención a los presentes sino que me detuve a averiguar quién era y cómo podía volver a contactarla. Le encargué a Sara la tarea de averiguar de dónde había salido y por qué estaba en mi fiesta, pero después de varios días, una tarde mientras estaba sentado en la hamaca del patio se acercó y me dijo que nada había podido averiguar al respecto. Que no estuviera triste, porque había muchas niñas como ella, y que cuando creciera iba a entender eso. Me quedé pensando en silencio, buscando recursos para volver a verla, sabiendo que ella también me estaba buscando y desconociendo el motivo por el cual se me había acercado para terminar huyendo.
         Seguí buscándola hasta que un día, cuando cumplí mis dieciocho años mamá me despertó trayendo una carta que había llegado esa misma mañana. No tenía remitente y eso me llamó la atención, así que la abrí apresuradamente. Grande fue mi sorpresa cuando leí lo que seguía:

“ Te espero esta tarde a las 5 en el parque, no faltes, tenemos muchas vidas que contarnos.”

         Las horas transcurrían lento y salí temprano, a eso de las tres, aunque el parque estuviera a sólo unas cuadras de casa. Esa tarde empecé a fumar, y todavía lamento no poder dejarlo. No adquirí el hábito ni una sola vez, hasta ese día. Fui marinero, escritor, médico. Viajé por el mundo, tuve frío, hambre, miedo. Pero jamás me tentó el olor del tabaco... hasta ese día. Recuerdo que hacía frío, y las hojas caían de los árboles tiñendo todo de tonos ocre. Pensaba en qué decir cuando su voz sonó a mis espaldas y me trajo de vuelta a la realidad. Giré la cabeza y vi sus rizos rubios brillando con el sol del otoño, y sus profundos ojos mirándome casi con compasión. Se sentó a mi lado y empezamos a hablar como si nos conociéramos. Me contó de su pasado como esclava en Roma, como cortesana en Florencia, como universitaria en Praga. Allí se detuvo para confesarme haber sido Greta y haber estado a punto de revelarme la verdad, antes de arrepentirse por haberme sentido inmaduro. En sus labios volví a sentir los besos de hace años, en los jardines de la Universidad. Y volví a decepcionarme. Al final la había encontrado (por segunda vez), y resultó ser una más, igual a todas. De antemano la creí especial. Pensé que el haber vivido varias vidas iba a hacerla mejor que todas las demás, pero estaba equivocado.
         
         Todavía sigo buscando, algo confundido. Se que ella también lo hace, que sigue viviendo como yo, que sigue buscando como yo. Tengo miedo de encontrar alguien que voy a extrañar en mis próximas vidas. Tengo miedo de encontrarla y saber que van a pasar tantas otras que en algún momento voy a olvidarla. Ya me cansé de vivir buscando, mejor voy a esperar que alguien me encuentre.
         Si me ven alguna vez contando historias increíbles no huyan,  tengan paciencia. A veces se mezclan las personas y las situaciones, pero no significa que no hayan existido.

viernes, 15 de abril de 2011

Mirá si viniera el Nacho...

Si viene, le hacemos una entrevista. Todos nosotros debemos entender que sin él nada hubiera ocurrido.
Acabo de ver esto, no sabía que los comentarios habían seguido...
"Nacho, dejá tu mail, dejá tu enlace
entendé que sino fuera por vos
esta página no nace"

Coment de Nacho:(3 de abril 2011 23:42 - ORSAI-Reuniones privadas- Comment #60 vean al final de todo el corolario de submensajes)
yo soy el “amargo” que hizo el comentario que me parecía una pelotudez lo del “pri”. Ahora de casualidad veo que hicieron un blog con respecto a mi comentario. Es increíble. Los felicito. Pero sigo pensando lo mismo. No logro entender. Cuando veo que hay un artículo nuevo de Hernan, voy enseguida a leerlo, porque me gusta leer lo que dice, lo que nos va a adelantar de la nueva Orsai, de lo que podremos leer en el número próximo. Si la nota tiene algún link interesante lo sigo a ver que nos muestra, que nos cuenta. Porque lo que me atrae es ESO. Está bien, si a ustedes les atraen otras cosas y al artículo en sí no le dan bola, ta bien, hay gente para todo. No me molestan, sigan participando!


Les pido a todos que hagamos una campaña para que a Nacho le hagamos la entrevista.
El lema será: "Que Nacho diga su verdad"

jueves, 14 de abril de 2011

Arañas - (Martín Commenge)

No me gustan las arañas. Debo admitirlo, soy medio anti-insectos (¿Que las arañas no son insectos? Perdón, yo escribo, no estudio biología). Siempre recuerdo una anécdota de cuando era más pequeño que involucra a este inquerible artrópodo de 8 patas.
Estábamos en Córdoba, en tercer año de la secundaria, con todos mis amigos (y también mis compañeros de colegio, muchos de los cuales no eran precisamente mis amigos). Se trataba de una de las semanas más esperadas del año, ya que estábamos en nuestro campamento. Una vez al año, el colegio nos ofrecía la excelente oportunidad de irnos a acampar a algún lugar de nuestro querido país (Argentina, en este caso) todos juntos (chicos y chicas), con profesores del colegio, preferentemente de Educación Física. En el destino previamente seleccionado hacíamos todo tipo de actividades físicas, recreativas, culinarias, y muchas otras más.
En definitiva, allá por el 2003, nos tocó ir a Capilla del Monte, un pueblo cordobés cercano al tan mentado Monte Uritorco. El camping era lindo, había un río que lo cruzaba por el medio, y disponíamos de una gran extensión de verde (marrón en realidad, había más tierra que pasto) para recrearnos y “amigarnos” con la naturaleza.
Si bien nunca fui enemigo de la naturaleza, hay varios seres vivos con los cuales no tengo mucha afinidad. Muchos son bípedos y se hacen llamar seres humanos, pero no es este el caso. Todo tipo de insectos, artrópodos, bichitos que vuelan, pican, saltan, caminan o molestan, no son mis mejores amigos. Siempre odié la biología, por eso será que no aprecio tampoco a su objeto de estudio…
Entonces, un buen día de este “campamento”, nos despertamos y fuimos al “comedor” a disponernos para comenzar el día con un mate cocido y alguna que otra galletita dulce. En ese momento, ser “macho” era importante. A los 15 años, siendo medio gordito y medio nerd, la única manera de ganarte una mina, era ser macho. Durante ese desayuno, algo raro, increíble y bastante atemorizador pasó. Por la puerta entró la araña más grande que yo jamás haya tenido la desdicha de ver. En mi cabeza se batieron a duelo mi miedo contra mi masculinidad. En cámara lenta vi las ocho patas corriendo por todo el comedor, las chicas subiéndose a los bancos y gritando, y algunos pocos chicos, valientes, intentar agarrar la araña para sacarla del comedor, o, en su defecto, matarla. Yo, en mi cabeza, me debatía entre ser como las chicas o ser como los valientes… Si le preguntan a algún testigo ocular del hecho seguramente dirá que me quedé parado en el lugar, en estado catatónico y que no hice ni lo uno ni lo otro. Yo, la verdad, prefiero no recordar…
¡Uy! ¡Perdón! ¿Tenía que hablar de las arañas colgantes? ¡Esas no las odio! Es más, me gustan. Y si puedo sentarme abajo de alguna, ¡mucho mejor!

El Cura y Pancho - (Ada Baret)

Y ahí esta el cura, con su bata de terciopelo carmesí arrodillado frente al superpancho, pensando, pensando…… “Que hermosos eran los días en donde todos compartían, que días aquellos que todos juntos aclamaban a Cauthtémoc Blanco, gran goleador.  Días en que todos confiaban en todos, sin miradas cautelosas, peligrosas, asustadas…

Ahí de rodillas el sacerdote solo piensa en el mal necesario que fue pancho, entendido por unos, juzgado por otros.  ¿Qué es en realidad? ¿Héroe o demonio? No se sabe bien, el no lo sabe bien, pero lo que sí sabe es que de no ser por pancho, Superpancho, aún estaría ahí, ese malvado que pretende destruir todo a su alrededor, todo el archipiélago de pueblos, que uno a uno ha ido invadiendo el malvado.  Aquí está Pueblo Cántaro, lleno de claveles y melones podridos por todas partes, pero ¿que sería de este pueblo sin su Pancho?  El piensa que sería igual que Jeliscallo, que fue prácticamente borrado del mapa, si ahora mismo el Pueblo Cántaro cuenta con vecinos que vinieron de allí, escapando al espanto, pues no hubo un Supeprancho que enfrentara al villano….

Y ahí esta el cura escuchando la confesión, aunque ya el perdón esta dado, su corazón no puede mas que perdonarlo.  Observa a Pancho, frente a el, observa el frotamiento de sus manos, piensa que Pancho se preocupa de más, que Dios no puede castigar al que ha obrado como Pancho, pues era el o ellos, el pueblo o los malvados, y aquél que traicionase al pueblo merece igual castigo que los malvados.

El cura recuerda su infancia, infancia compartida con Pancho, jamás hubiera imaginado que un alma tan noble como la de Pancho pudiese ser capaz de tomar un arma y quitarle la vida a otros.  Pero también recuerda a la hijita de Pancho y su esposa, violadas y asesinadas por el malvado, en un momento en que este no estaba en su casa.  Precisamente un alma noble y justa como la de Pancho sería la que ante tanta injusticia tomaría su espada y enfrentaría el mal, para poder salvar otras almas, otras hijas y esposas, ya que no puedo hacerlo con las suyas.

Es un gran peso el de Pancho, ¿como juzgarlo? ¿como condenarlo? El cura no es capaz de hacer más que entenderlo, y aunque nunca estuvo de acuerdo con la violencia, lo vivido le ha mostrado que hay ocasiones en que solo con la violencia logramos justicia, o por lo menos detener a una violencia sin sentido, evitar así que destruya otro pueblo.

lunes, 11 de abril de 2011

Hola, invito a los visitantes a mandar textos de su autoría y establecer un diálogo ameno y constructivo. Ultimamente hay poco contenido que publicar. Los PRIS no se copan, no responden, dicen que van a venir pero despues se cuelgan, y me da lastima, porque por aca sigue entrando gente. Realmente no sé si espían o se van, o leen algo. Lo lindo es que vienen, y estoy seguro que si entre todos ponemos cositas, cuentitos, poemitas, etceteritas, nos vamos a poner contentos de que otros nos lean y asi comenzará a ser una página menos solitaria, menos anónima.
La invitación queda hecha. Saludos con las dos manos.

jueves, 7 de abril de 2011

Ignacio Veracruz - (Rodrigo G.)

Cruza Pancho la calle, ya es de día, por fin todos los velorios han terminado. El sol del domingo calienta las veredas y silencia a los borrachos. Se escuchan gritos pelados, peladísimos por el callejón de la Virnacha. En Pueblo Cántaro son risas comparadas a las de la batalla de Tortuaz en el 57, o a la balacera de ayer a la tarde. Hay sangre aún, y hay algunas moscas pero ya se irán, ya se irán como también lo hicieron esas ratas del Cartel de Horacio ayer a la tarde.
-¡Mirasoles, mirasoles de los ángeles huerfanitos! ¡Demonio, diablo injusto!
-¡Cállese, cállese ya vieja!. Le ordena a una de las monjitas. 
El paso rengo, el dolor disimulado, el sombrero suelto. Camina lento, ni trinfal ni derrumboso, camina, con el polvo soplándole la piel, con el sudor oloroso del mal dormido. Con la anestesia de un frotamiento de alcanfor en sus tobillos. Camina cruzando la calle rumbo a la Iglesia de la Congregación del Santo Cántaro, allí donde todos acusan, donde nadie arroja la piedra y se la acostumbra a guardar con rencor para siempre.
Allí va Pancho, el Superpancho para los chiquilines que lo tienen de héroe. Un mal ejemplo, un mal necesario, que las cosas no desean sus madres que se arreglen con la muerte.
Claveles por todos lados, de los entierros, barridos hasta las acequias ruedan por la calleja empedrada en el verano calcinante, y se mezclan con el vaho de los melones podridos, que han quedado amontonados, todos explotados, ahí en la esquina de la frutería que tampoco  se ha salvado de las balas. Y las moscas que siguen revoleando su peste por el aire y se empecinan con la sangre coagulada que hay hasta arriba de los árboles.
¿Cuándo vendrá la lluvia, cuando llorarán los santos de una vez para lavar toda esta culpa que ensucia Pueblo Cántaro? Antes éramos una isla en el desierto, ahora se nota que no estamos solos. Somos como un archipiélago de poblados que sufren el mismo espanto. Fue el mes pasado Jeliscallo y será Puerto Marta mañana, si no lo agarran a ese villano antes de que escape al mar. ¡Cuántos cómplices escondidos que teníamos de vecinos! y uno sin sospechar nada, compartiendo la risa y los goles del Cuauhtémoc Blanco por la radio.

Entra a la iglesia Pancho, y espanta con su paso a los  fieles de los últimos bancos, y a las ratas y a las palomas. Y no llora, tiene el alma ya vacía, se han muerto los hermanos del poblado, y ha matado a los que no supieron amigarse con la verdad. Ahora que lloren, que lloren los confundidos, que no lo reconocen, que no ven quien ha con el mal terminado.
El cura  lo mira, sin el odio de los hombres, sin la dádiva del mortal. Se le acerca,  con la bata que le ha regalado el Obispo, de rojo terciopelo carmesí, como su orgullo de alcurnia. Se pone de rodillas y le concede al que ha salvado al pueblo, que la pide aunque no la necesita,  su merecida confesión.

jueves, 31 de marzo de 2011

Mini Exposición Literaria

La página a la que usted ha entrado convoca, para los próximos días a una exposición literaria de la cual usted puede ser parte. Para eso le pedimos, le ofrecemos, si usted quiere, nos envíe una obra original, de su autoría, en el formato que más le guste y con el interlineado que quiera. Eso sí, no debe extenderse más allá del límite de lo que el sentido común dicte sobre  lo que una obra original, de su autoría, en el formato que más le guste, entretenga o sea esbozadora de una sonrisa o una reflexión al finalizar su lectura.
Además, debe incluir a lo largo del texto, o bien en el título, o bien en el texto y en el título, las siguientes palabras:
      
     Superpancho - Clavel - Archipiélago - Bata de tercipelo carmesí - Melón - Rodillas
     Cuauhtémoc Blanco - Frotamiento.


Bien, falta agregar que el lapso para enviar los textos vence el miércoles 6 de Abril, asi los mostramos al otro día. 
Saludos.


jueves, 24 de marzo de 2011

"La vida es un piñon"

Y Pedro tiene cadena... Entrevista a pedrochain. El hombre simple, que escribe sin mayúsculas, que va por la vida haciendo camino.
Hoy sin introducciones melosas, con un simple copy-paste del mail que le mandé, aquí se las dejo.



1-Rapidito tiranos: Barrio, Infancia, Queso favorito, pareja, trabajo, hobbie mas importante.

rapidito, recoleta / palermo.
infancia infantil.
queso mantecoso en un tostado de pan lactal.
pareja: paula, perfecta para pedro.
trabajo de diseñador gráfico.
hobbie, agua… me gusta hacer muchas cosas, jugar al fútbol, dibujar, escribir, actuar… hasta mi trabajo puede ser considerado un hobbie.

2-Años de lector de Orsai/cómo llegaste?

el primer texto de hernán que leí fue el de mirta a maradona, en 2004. no supe que era de él hasta 2007 cuando leí el libro. en esos tres años lo releí y reenvié infinidad de veces. a partir del libro me fui acercando de a poco al blog sin rutina de lectura ni rss… de repente una noche me agarraban ganas y me quedaba leyendo textos viejos.

3-Texto favorito del número 1, expláyese!

no se si tengo un favorito. si me apurás, menciono algunos…
"cielos de plomo". para mi fue super informativo ya que desconocía toda la situación histórica, con el agregado de una narrativa casi poética. aborda un tema complejo con un lenguaje muy armónico.
carolina aguirre me hizo reir muchísimo con confesiones y reflexiones que son una trompada en la cara.
con "san martin de brooklin" me sentí muy identificado. viví en new york y jugué en otra liga amateur un año. comparto la pasión y el tipo de análisis de Iglesias Illa. repara sobre muchas de las cuestiones que yo observaba siendo inmigrante.
además me encantó conocer a enrique meneses y la historia de henry darger. 

4-Autor que te gustaría que esté en la revista alguna vez. Expláyese si quiere!

perdón pero acá no me voy a explayar. no porque no quiera, sino porque no puedo. soy bastante ignorante en cuanto a literatura contemporánea y no tengo favoritos. hernán y chiri me están haciendo conocer un poco más, así que confío…

5-Contanos qué opinas de la historia de Albert y Anna?

la considero un ejemplo. nos vivimos poniendo "peros" que no son más que estructuras sociales, y de esa forma justificamos nuestra cobardía. creo que la vida es tan simple como la ve albert. lo contrario al amor es el miedo; y la gente no le teme a la muerte, sino a lo desconocido.

6-Como se puede ver en tu página personal (hermosa por cierto), hay una filosofía zen que hasta parece hacer vibrar la pantalla un poco mas calma. ¿crees en esa forma de laburar? (Esos 8 pasos parecen una guía al éxito, compraría un libro con esa tapa!)

bueno, gracias por el piropo. la gente que me conoce me dice "sos vos!", al opinar sobre mi sitio. eso era exactamente lo que yo quería, que represente no sólo lo que hago sino también quién soy. y si transmite calma a desconocidos, bueno, entonces me pone muy contento.
no sólo creo en esa forma de laburar, creo en esa forma de vivir. sobre filosofía zen no tengo idea, simplemente me gusta vivir tranquilo. 

7-De donde proviene esa manera de ver las cosas y como crees que fue posible introducirla en tu vida.

me parece que son elecciones. no estoy seguro de dónde viene. calculo que cada momento que vivimos desde el nacimiento nos hace elegir. yo de a poco me fui dando cuenta que no me gustaban los conflictos, entonces intento no tenerlos. (sobre todo conmigo mismo)

8-Crees que el diseño debe acercarse a la gente o que no, que el diseño sigue al arte y el que no lo entiende se queda afuera?

pienso que el arte y la gente van de la mano, independientemente del entendimiento. a todo el mundo le deseo que agregue arte a su vida, en cualquiera de sus formas.
en cuanto al diseño, lo veo más como un equilibrio entre estética y funcionalidad, una relación íntima entre arte y comunicación. no se puede alejar de la gente. la pizarra del verdulero tiene diseño, entonces la gente sabe cuánto está el kilo de tomates.

9-Qué le dirías a un estudiante de diseño que recien está arrancando?

no quiero sonar a abuelo dando consejos, recién estoy por cumplir treinta años. en realidad, a cualquier estudiante de cualquier cosa, le diría que no se quede con lo que le da una institución educativa, sino que investigue, que busque, que pruebe por sus propios medios. todo es aprendizaje.

10-Qué te gusta de la revista y si pudieras qué le agregarías?

lo que rescato es la diversidad. me parece genial cómo están hilados los textos y tiene un diseño muy sólido. más allá del producto revista en sí, me gusta la historia, el proyecto, el sueño. miles de monitos subidos a un barco de carcajadas y emociones, donde nos animamos a ser profundos ó banales con respeto.
entiendo a los que piden un texto de hernán como una demostración de cariño a él y su arte, pero también entiendo que el pibe disfruta a pleno siendo editor. leerlo a él me encanta y ser parte de la revista también, así que no puedo quejarme.

11-Para ir cerrando, podés contarnos un chiste, o dejarnos un poema que hayas escrito.

a medida que iba respondiendo sentía que a mis palabras les faltaba humor, pero escribir un chiste… te parece, rodrigo? hay muy pocas posibilidades de que no quede como un pelotudo… así que voy por la segunda opción (es algo que hasta hace un tiempo me daba mucho pudor). es un monólogo que escribí y representé para el cierre de un taller de teatro...

nada es tan grave. nada, es tan grave… 
oí hablar de una madre, a quien le mataron su hijo a la salida de un boliche…
oí hablar de un hombre, que quedó viudo en el parto de su primera hija…
oí hablar de una adolescente, a quien el novio dejó por su mejor amiga…
oí hablar de un niño desconsolado, al que se le hizo trizas su juguete favorito
oí hablar de un país inundado de lágrimas, por una final del mundo, que se perdió por un penal inexistente…
 y nada es tan grave. nada, es tan grave… sino parte de la vida.

intentaré alcanzar el corazón de los presentes
procuraré evitar como medio la violencia
preferiré apelar al uso de sus mentes
y a la buena predisposición para tomar consciencia

yo elijo mi vida día a día
decido, hace algún tiempo, no hacer caso a rencores
no hay reproches ni gritos, que alteren mi armonía
y entre el blanco y el negro, ya no hay gris, sino colores

como las burlas y bromas, que rompen con lo estricto
el humor espontáneo y en infinitas formas
desdramatiza, cura, suaviza los conflictos
nos libera de a ratos de establecidas normas

yo elijo mi vida día a día
el pasado que lloré, es inmodificable
cargar lamento eterno de nada serviría
y haría lo negativo, aún más desagradable

yo elijo mi vida día a día
con lo “bueno” y lo “malo”, cuestión de perspectivas
si a la tristeza, la miro con ojos de alegría
encontraré en la lluvia, mil gotas positivas

no se a ustedes amigos, pero a mi de momento
no me han garantizado una futura vida
con pájaros, con flores, con poesía y cuento
donde no existan armas o haya enfermos de sida

yo elijo mi vida, esta vida, día a día
minuto a minuto y segundo a segundo
con gestos y palabras, contagiando energía
invito a cada uno, a construir SU mundo… gracias.

12-Dónde te ves en la tercera edad y que desearías encontrarte.

uff! me lo pregunto seguido, pero como sólo puedo decidir sobre mi presente, no hago mucho planes. 
si llego a la tercera edad, espero tener mucha alegría en mi vida. paz interior, contacto con la naturaleza y el arte, pero sobre todo alegría y amor.

miércoles, 23 de marzo de 2011

A ver todos los que votaron que comieron asado hace una semana, que me inviten por favor la próxima, yo hace 25 días que no pruebo carne. Pensé que éramos todos un poco más rascas. ¡Pero qué clase media alta que viene che!

Entrevista a Pedro Cadena(Pedrochain) MAÑANA

Hola estimados, estamos esperando a que Pedro conteste con paciencia las preguntas que le mandamos. Mañana Jueves 24, seguramente despues del mediodía, estará aquí fresquita para leerla.
Sobre la posibilidad de hacerle preguntas a otros que no han salido pris, pero que igualmente leen y estan siempre, queda latente para dentro de unos días. 

Saludos y hasta mañana

miércoles, 16 de marzo de 2011

Charla con Ramiro

Ramiro tiene 35 años, es correntino, vive solo. Un día me contó que desde que recuerda, la madre sacaba una vez por año de adentro de una lata de galletas el nombre de alguno de los 8 hermanos, a modo de sorteo. Era el nombre del próximo hijo de una familia pobrísima que iba a viajar a Buenos Aires en busca de un futuro mejor; Ramiro salió sorteado el año 92, y con 16 años se vino para estos lados desde Anguas, un pueblito en las afueras de Saladas, Corrientes.
Y no le creí porque parecía la historia de un cuento de realismo mágico de García Márquez, pero después preguntando a otra gente, me dijeron que sí, que en el litoral es común eso en algunas casas del interior. Lo hacen para todo desde que son chicos y es costumbre; para cruzar con la lancha, la canoa, y también para arreglar los techos.
Fue albañil, plomero y ayudante en un puesto del mercado central. Después hizo un curso de cerrajería y puso una en el 2002 con uno de los hermanos que salió sorteado después y que también vino también para acá. Hasta el 2006 les fue bien, se casó, tuvo una nena. Después se separó. Cerró la cerrajería en Lanús. Hizo changas. No vió más a la hija, se vino a La Plata a trabajar nuevamente en la construcción y quedó como sereno de noche. Cuando terminaron el edificio pasó a ser el portero. Pero es en otro edificio que queda en la otra punta de la ciudad de donde vive mi novia.
Trabajaba allá, pero se peleó con un vecino jodidísimo que encima es el presidente del consorcio y sólo lo dejan vivir en una piecita al lado de las cocheras subterráneas, de la cual paga una especie de alquiler y no lo pueden sacar, un poco porque el resto del consorcio lo quiere y otro poco por un amparo judicial.
Ramiro trabaja de Lunes a Sábado en el edificio de Paula. No falta nunca. Es el portero.
El Martes 9 de Marzo, (nuevo feriado nacional por carnavales) sentado en la escalera de entrada, prendí el grabador del celular adentro del bolsillo, porque sabía que venía una conversación jugosa, de miles que me arrepiento no haber grabado. Está reconstruida y hay partes que no pude grabar bien porque pasaba algún auto y no se entendía un pomo.


Así empezó la charla:

-¿Viniste también hoy Ramiro? ¡Es feriado!

-Si che. Agarré el micro a la mañana y casi llegando me di cuenta. Ya está. ¿qué voy a hacer sino? Está
cerrado el hipódromo.


-Y andate al cine, al Bingo…

-Ni en pedo che. Por un tiempo no voy más ahí…

-¿Perdiste mucha plata?

-Sí. Y hay una vieja que me tira los galgos, está siempre. No le doy ni con el cinturón.

Bocina y casi choque en la esquina. No había casi nadie en la calle.

-Ehhhh loco. Se van a matar… El viernes se la pusieron una motito y una camioneta. El flaco estaba de los pelos, se la rayó toda. Lo quería trompear y salió en la motito el otro con todo. Estan locos…
 
En 9 y 45, para el que es de La Plata, sabrá que hay muchos choques. Para el que no, le cuento que es una esquina sin semáforo entre otras dos que lo tienen, donde todo el mundo se apura para no quedar enganchado. Se la ponen todo el tiempo.

-¿Che y vos no vas ningún lado? me dice.

-No… salimos ayer, fuimos a Monte, a la laguna. Hoy tranqui. A parte está por llover.

Le digo, remarcando lo de llover porque está baldeando la vereda. En la vereda se puede operar a alguien, que no se va infectar. Esta siempre limpia y mojada.

-Vos te reís nene. Pero es una costumbre. Yo vivo de la mirada de los vecinos. Si está la vereda limpia, es otra cosa.

-Pero, Ramiro, vos te pasás de rosca con el agua.

-Es una costumbre, ya te dije.
 
Me hablaba de espaldas, y dando sentencia. Comprendí, como ya lo había hecho un par de veces anteriormente, que al chabón no lo podés contrariar mucho. Imagino que criado en un pueblo caluroso y con calle de tierra, lo de mojar la vereda le parece algo normal y saludable.

-¿Ramiro, vos como hincha de Boca, qué opinás de Riquelme?

-Ya fue Riquelme. Le agradezco todo lo que hizo, pero que se jubile. Le está haciendo mal al equipo.

-Y si… Verón hay uno solo.(cuando le digo eso de pone loco)

-Ya se va a retirar también, le queda poco a ese inglés. Aprovechá porque les va a costar mucho después.

-Seguramente…(se pone loco)

- ¿A Corrientes, no volvés?

-El año que viene…estoy juntando. Fui tío abuelo.

-¿De nuevo?

-Sí. Ya van 7.

-Che ¿y el primito ese que andaba por tu casa se volvió?

-Sí mirá, ni me hablés, el pendejo ese…la última vez estaba en Avellaneda, en la casa de otro primo. Pero ese pibe no va a terminar bien si no se pone las pilas. Debe mucha guita.

-¿Mucha?

-Como 14 mil pesos.

-¿Póker?

-No, truco paraguayo. Cuando vino a estudiar acá se la pasaba boludeando y a la noche desaparecía. A mí me debe 2 lucas pero ya está, sé que no las cobro más. Pero le debe a la liga. Y ahí no se jode. Ya lo van a encontrar y ahí, vas a ver, ahí me va a sonar el teléfono por algún quilombo. Yo estoy esperando nomás, ya le dije a mi hermana que le diga que se ponga las pilas porque lo van a encontrar.

¿Y tu nena?

-Hablé ayer, tiene 3 ya. Mirá la foto.
 
En la billetera tiene una tira como esos almanaques plegables con 15 fotos de la nena y ya vi como fue creciendo desde que nació. Reconozco que es alucinante, porque hoy en día a los nenes les sacan demasiadas fotos y ya no sabés cual es cual. En la tira de Ramiro en cambio vos vas viendo como le fue creciendo el pelo, como le fueron cambiando los rasgos, y pareciera como si no hicieran falta más fotos que esas. Haciendo un ejercicio literario podés imaginar qué le pasó entre foto y foto y ya tenés la historia de la nena.

-Va al jardín. La extraño mucho. Me hiciste acordar que tengo que llamarla a la abogada. La madre todavía no me la deja ver.
 
-¿Pero mucho quilombo con la madre?
 
- Qué se yo, está loca… pero le dieron la tenencia. Y se la llevó a Posadas encima, me la hizo difícil la hija de puta.

-Bueno ya se va arreglar todo, vas ver.

-Ojalá che..

-Bueno me voy arriba para arriba. ¿Te quedás un rato más?

-No, hasta las dos y ya me voy. Paso por casa, me baño y voy para lo de Claudia que el marido se fue a pescar.
 
Claudia: amorío, amante, novia, futuro quilombo.

-¡Chau delirante!

-Chau nene.

viernes, 11 de marzo de 2011

Lamentablemente esta semana no tenemos posteo(salvo esta aclaración). Le mandamos mensaje al pri de esta semana y ni bolilla. A sabiendas de esto, le hice por las dudas una entrevista al portero del edificio de mi novia el otro martes, que fué feriado. Ramiro, fué a trabajar pensando que se le contaba el feriado del lunes nada más y me lo encontré bajando a comprar pan, estaba baldeando la vereda por segunda vez(tiene esa rara costumbre, la baldea dos o tres veces), y como estaba al dope, me puse a charlar y pelé el grabadorcito de coté, sin que lo viera. Despues le expliqué el tema y se entusiasmó más con la charla todavía.
El tema es que aun no la desgrabe completamente. Cuando esté hecho el asunto, aqui estará puesta.
Muchos Saludos!
Aranias Colgantes

PD: sumamos nuestra consternación por lo sucedido en Japón.

miércoles, 2 de marzo de 2011

El Parto

Quizás esto del PRI sea algo simbólico en realidad. Quizá el sentido de competencia en estas cosas no tenga mucho sentido. Después de todo, no es un partido de fútbol ni una contienda electoral andar comentando ¿no?. Debo haber bajado la guardia con el asunto... Tampoco creo que se trate de quién es más o menos popular, o que alguien quiera con esto ganarse un premio. Creo en cambio, que comentar primero es a veces, la manifestación de todo lo contrario.

Aceptar estar ahí en los primeros lugares quiere decir que uno le entendió un significado más profundo a la cuestión y entonces le hace un guiño al autor, mimándolo. Le dice que durante unos días lo extrañó y que esperó ansioso hasta ese momento para reencontrarse con sus textos; aquellos que lo saquen del aburrimiento, aquellos que le revelen algo nuevo, que le ayuden a confirmar con palabras ajenas la sospecha de una percepción personal que no podía explicarse hasta entonces. A sentirse identificado. Y sucede en muchos casos, que el comentarista tiene una riqueza personal que honra incluso aún más al autor.

Ahora que ha pasado un buen tiempo (exactamente 7 años) del primer artículo de Orsai, algunos de los que acompañaban en aquella época, han experimentado un crecimiento interesante.

Estamos hablando de la prehistoria del PRI, cuando la gente comentaba sin prisa, caminando con la reposera y el termo bajo el brazo a una playa en primavera. Una playa que se iba llenando con los lugareños del lugar, sin vendedores ambulantes y sin miedo a no tener lugar donde poner la sombrilla.

En esos años comenzó también a funcionar un blog. Sonia (alias Diablita), es la inteligentísima autora de www.pecadoresypecadoras.blogspot.com, donde se pueden leer afiladísimos textos intimistas y otros más generales, ambos sentenciosamente educadores. Fue también ella, así de casualidad, la primera comentarista de la historia de Orsai, en épocas donde no había intenciones por serlo.

En el artículo se anunciaba el final de Diario de una mujer gorda(Más respeto que soy tu madre) y el consiguiente nacimiento de Orsai.

Se terminaba el respeto, se ganaba en rebeldía, y se pasaba a estar en posición adelantada. Adelantada a la época.


Diablita dice:

27 de febrero, 2004 en 15:02

Mentira! Mentira! Mentira! Mentirosooooo!
Buaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!

Encantadora expresión. Completamente genuina e inocente. Hay allí una lectora fiel que sigue al autor con cariño, con cercanía, y le acaban de decir que le van a sacar el dulce. Es una exclamación que trasciende el capricho o la madurez, no sabe de edades. Pero seguramente, se iguala a las primeras expresiones de cuando éramos niños o adolescentes y nos decían que el mundo no era como pensábamos o como nos lo habían pintado.

Era el llanto inicial de una niña que se resignaba a que la saquen de su cálido entretenimiento uterino. Orsai, sustantivo femenino también, inició así su vida con un estridente llanto, como sucede en todos los nacimientos.

Ahora, que ha pasado el tiempo, su comentario adquiere muchísima importancia, está cargado de un significado que se cultivó con el correr de los años. Ahora que estos muchachos que hacen la revista han adquirido cierto prestigio, funciona como un salvoconducto más al pasado, cuando todo era más sencillo, menos masivo, cuando todo estaba comenzando.




Entrevista a Sonia (ella escribe en courier, y lo habíamos puesto en courier, pero el Blogger hace lo que quiere y ya ni sé en qué letra quedó. Disculpas y lean con paciencia)

Queremos saber de vos. Describinos los 20 metros a la redonda de tu hogar. Y qué te gusta hacer cuando podés hacer lo que querés.

La única cinta métrica que tengo en casa llega a medir hasta un metro, por lo que debería ir marcando de a uno, por la vereda, hasta llegar a los veinte que me pedís. Es mucho laburo! Así que voy a hacerlo a ojo:

vivo en Ituzaingó, partido de Ituzaingó, en una zona residencial, con casas bajas de enormes terrenos, casi todos con lindos jardines y piscina. Es un barrio de laburantes y algún que otro piojo resucitado. Te das cuenta cuando uno de los vecinos tiene una moneda porque su vereda está impecable, sin roturas ni pozos ni baldosones levantados, porque tiene un chalet con techo a dos aguas, como si en por estos pagos nevara tres meses al año, porque tiene un perro malo de cabeza grande acechando detrás de la reja y, claro, una camioneta 4x4 con vidrios polarizados en la puerta. Los demás, tenemos veredas con sorpresa, casitas prolijas con azotea, caniches y perros salchicha y autos con patentes que empiezan con la letra C.

Me gusta cortar el pasto, caminar descalza aunque se me rajen los talones, exterminar a los grillos topo artesanalmente para evitar que me arruinen el césped... Sabés cómo se exterminan los grillos topo? Nada de venenos! No sirven. Cuando descubrís un agujero en la tierra, hay que echarle detergente en el buco (yo uso el Magistral, porque hace más espuma), luego, le mandás agua y provocás burbujas. Y esperás. Esperás. Pacientemente. No sacás la vista del agujero porque, en cualquier momento, sale el insecto y se te raja. Cuando lo ves trepar, desesperado porque el tipo no puede respirar adentro de su cueva, lo liquidás como más te guste, cortándolo al medio, pegándole con una palita, pinchándolo con un tenedor... Yo encuentro muy efectivo el exclamar "Tomá! Tomá y tomá!", mientras acabo con el bastardo.
También me gusta escribir cartas y llamar para quejarme por algún servicio que no me satisface; mi preferido es Telefónica.

Son muchas las cosas que me gustan hacer pero no siempre coincide que pueda hacer lo que quiero o que quiera hacer lo que puedo
.

¿Fumás?. ¿Comés muchas golosinas?

Fumé compulsivamente hasta el día 31 de Diciembre de 2010. Unos días antes, comencé a sentirme sola en esto de mantener el vicio. En las reuniones con amigos o parientes, era la única que se levantaba de una mesa y se alejaba para prenderse un pucho; nadie quería hacerme la pata y comencé a sentir que algunos me miraban con asco o desprecio. Llegué a sacar medio cuerpo por la ventana de un departamento sin balcón, en el noveno piso, solo para no molestar con mi humo a los saludables dueños de casa.
La gente se volvió loca con este asunto de la nocividad del cigarrillo!
Me dediqué a observar a los no-fumadores y saqué la conclusión de que es más tolerante uno que nunca probó el tabaco que los ex-fumadores; éstos son fascistas!
Comencé a sentirme discriminada, segregada.
Si convidaba a las personas a comer un moco, pasaban pero seguían respetándome, pero si los invitaba a fumar, me vilipendiaban y se acababa el trato de cortesía.
El límite fué cuando una noche, al acostarme, mi marido me llamó "Moyano", por lo camionera.
Asi decidí dejar de fumar.

No como golosinas, no me gustan. Lo único que me mata son los caramelos Media Hora; de esos puedo bajarme un kilo en el viaje de Ituzaingó a Flores, sobre todo, desde que dejé de fumar. (Nunca conseguí que uno, en mi boca, durase la media hora prometida. Seré yo, pero a los 30 segundos ya lo trituré con las muelas que me quedan).

¿Como comenzó el placer por escribir?. ¿O ha sido solo una larga terapia catártica?

Escribir fue un placer toda la vida, desde que aprendí a hacerlo. Recuerdo que, en primer grado, cuando la señorita Mary nos enseñó la frase "Mi mamá me mima", como era lo único con sentido que sabía garabatear, lo escribía todo el tiempo, aún, cuando mi mamá había dejado de mimarme.
Lo que, en realidad, me gusta, es hablar pero como entiendo que a las personas de mi entorno las tengo repodridas, decidí escribir para complementar lo que me queda por decir cuando me piden que me calle un poco.
Y si, es una terapia...

A lo largo de tus textos se puede ver una radiografía de tu familia, de tus miedos, de tu intensa feminidad. ¿Sos así realmente o hay un alter ego en la Sonia de los ahí?

Soy así, tal como lo cuento. Me hago cargo.
Quienes no quieren ser como los describo son aquellos a los que menciono en mis garabatos. Pero ellos también son así.

¿Crees que Orsai influyó en la creación y desarrollo de tu blog? Vos comenzaste el tuyo en esos meses. Incluso cuando comentaste en el primer posteo, todavía no tenías página.

No fué Orsai; fué Mirta Bertotti y su Weblog de una mujer gorda.
Por entonces, todos los que leíamos la historia, dejábamos comentarios que, a veces, resultaban mini posts. Yo insisto que, lo mejor que tuvo ese blog fueron los comentarios. Eran estupendos! Se armaba un mundo concéntrico al propuesto por Hernán en sus relatos.

Muchos comentaristas nos fuimos "contagiando" la idea de contar nuestras propias historias y hasta nos solidarizábamos pasándonos datos de cómo abrir nuestros propios blogs, cómo meterles elementos decorativos, etc.
Muchos continúan manteniéndolo; algunos se cansaron de sostenerlo; otros se pasaron al twitter y un par, hasta ganan guita con él.
Yo no releo lo que escribo porque sino, ya lo hubiese cerrado.
Tal vez lo cierre cuando algún pariente me haga un juicio por ventilar intimidades.

¿Vos estabas en Italia, viviendo de otra manera, hace mucho que volviste?

Volví hace un poco más de 6 años, la edad de Valentina, mi segundogénita, y todos los días amenazo con regresar. Tengo un pié en Ituzaingó y el otro en la Ricchieri, casi llegando al aeropuerto.
El pasaporte está siempre al día, por las dudas...

¿Crees que para ser buena madre, para fallar lo menos posible, solo hay que recordar un poco cuando estábamos del otro lado y eran nuestros padres los encargados de criarnos?

Ni en pedo! Al contrario, al menos, en mi caso.
Para ser buena madre tengo que hacer lo opuesto a lo que hacían mis padres cuando eran los encargados de criarme.

Mirá; yo tengo sangre 99% italiana y una tatarabuela perdida, por parte materna, que era judía (nadie sabe cómo es que cayó en la familia peninsular). Podrás imaginar lo culposa que soy con mis hijos, sobre todo con Fede que ya es un huevón de 23 años.


Yo pretendería que mis hijos fueran como yo necesito que sean y, como no lo consigo, me siento frustrada, ofendida; me enojo sola y me desenojo sola, también (ellos ni se enteran). Me hago la madre piola, moderna, descontracturada pero soy un desastre.

¿Dan tanto trabajo Federico y Valentina?, ¿o en realidad son demasiado inteligentes y te da pánico que terminen dominándote?

El trabajo que me da Fede es que ya no da trabajo: vive solo- no solo no, con la Chirusa. El único resabio que queda entre nosotros, son unas bolsas de supermercado repletas de ropa sucia que trae para que le lave, los fines de semana.
A veces pienso que, mientras en su departamento no haya lavarropas, yo seguiré siendo su madre.

Con Valu es otra la historia; la que tiene trabajo, es ella,: la pobre tiene seis años y una madre que está entrando en menopausia. Imaginate... A ella se le están cayendo los dientes de leche y a mi se me están cayendo las muelas por falta de calcio!

Y si son demasiado inteligentes? Puf! para ser más inteligentes que yo no hace falta mucho pero no tengo miedo de que terminen dominándome: no es necesario que me dominen para que los deje" cagare nella padella" (traduzco: en Italia, cuando un hijo hace lo que se le canta con sus padres, se suele decir que se los deja cagar en la sartén).

¿Te animarías a escribir una novela que hable de tu familia?

Me encantaría! No sabés el material que tengo atragantado en el gañote!
Hay muchísimas cosas que me privo de contar en el blog porque ya hay muchos familiares y amigos que no me dirigen la palabra; otros que me obligaron, bajo amenaza, a retirar los post en los cuales se los menciona; otros que no van adonde yo estoy y otros que simplemente me escupen si se cruzan conmigo.

Yo debería buscarme un seudónimo y animarme, nomás.
Tengo tanto que contar...

En tu blog ponés que sos "una ama de casa mediocre", igualmente ¿Qué les gusta que les cocines?

Les gustaría que cocine y punto.
Desde que está mi mamá en Argentina (ella vino de Italia hace un par de meses, aunque regresa en Abril), no te toco una cacerola.

Bueno Sonia, para cerrar vamos con la última, siempre hacemos esta pregunta ¿cómo te imaginas a los 70 años?

No creo que llegue a lo 70, pero si me equivoco, me imagino igual que ahora, pero con 70.

Y al que me llame septuagenaria, lo cago a trompadas!


Genia, ¡Genia total!

viernes, 18 de febrero de 2011

¡Felicitaciones!


a Jorge Merida que cansado de haber intentado comentar primero en los posts de Orsai, decidió entrenar un mes todos los días y ganó nomás el año pasado la Maratón Buenos Aires 2010.
Eso es querer y poder llegar primero!

Jorge, sos nuestro ídolo!

ARAÑAZA!


Estuvimos fotografiando la gran Araña del Coliseo Podestá de La Plata durante una presentación del grupo tributo a Luis Aguilé "Los Aguilas". Nuestros agradecimientos al manco Trozt el iluminador que nos dejó subir al paraíso sin pagar.
Vea qué pedazo de Araña!